miércoles, 15 de abril de 2009

TERCERA ETAPA. DE VILLAFRANCA DEL BIERZO A CALBOR

06-04-09

Salimos de Villafranca con el cielo un poco cubierto de nubes y mas tarde que los demas dias, ya que tuve que poner pastillas de freno en la rueda trasera (la bajada a Molinaseca del dia anterior se las "trago"). Esperamos a que abriera una de las dos tiendas que hay en el pueblo, y mientras aprovechamos para comprar algo de pan, fruta y embutido para la comida.
La primera parte de la etapa discurre encajonada en un valle, pasando por poblaciones como Pereje (con buen albergue), Trabadelo, Portela, Ambasmestas, Vega de Valcarce, Ruitelán y Herrerías. Todos ellos pueblos típicos del bierzo con sus fachadas de piedra y sus tejados de pizarra.
En este trayecto fuimos adelantando a bastantes peregrinos y en ocasiones nos detuvimos con alguno de ellos para saludarles y comentar la experiencia del Camino, ya que con algunos habíamos coincidido en el albergue la noche anterior.
A partir de Trabadelo nos empezó a acompañar una débil lluvia que ya no cesaría hasta el comienzo de la subida a O´Cebreiro, donde se encrudeció más la situación meteorológica.
Después del pueblo de las Herrerías comienza la temida subida O´Cebreiro, en este punto nos detuvimos para acondicionar nuestra vestimenta a lo que nos esperaba. Pusimos chubasqueros, bragas para el cuello, guantes largos de invierno, etc.. además aprovechamos para tomar un tentempié a base de frutas y barritas energéticas.
Desde este punto ya se veían las cimas de los montes que nos rodeaban cubiertos por las nubes y la niebla.
Los peregrinos que conocían el camino nos aconsejaban seguir por la carretera, ya que el tramo de camino desde las Herrerías hasta La Faba en esas condiciones es prácticamente imposible de subir empujando la bici y menos con un remolque.
Decidimos seguir por la estrecha y serpenteante carretera hasta el pueblo de La Faba desde donde seguiríamos por camino en constante subida hasta llegar a Laguna de Castilla última población de la provincia de Leon. En este tramo nos azotó bastante el aire, acompañado de fuerte lluvia. Para entrar en esta población hay que salvar un par de repechos con bastante desnivel y piedras sueltas, donde coincidimos con varios peregrinos que nos miraban un poco perplejos al ver como los adelantábamos a golpe de pedal.
Solo nos faltaban los últimos repechos para conseguir llegar a la cima del puerto, pero a medida que fuimos cogiendo mas altura, el viento y la lluvia eran más fuertes, incluso nos llego a granizar en algún momento de este último tramo.
Una vez alcanzado el pueblo y ya pisando tierras gallegas, nos dirigimos al albergue municipal, donde nos informan que hasta las 19:00 (eran las 13:30) no podríamos entrar por tener preferencia los peregrinos que van a pie, y nos comenta que el día anterior quedo gente fuera del albergue.
Totalmente calados y muertos de frió, decidimos continuar en dirección a Hospital de la Condesa y bajar cuanto antes de la cima para encontrar temperaturas mas calidas.
En este pueblo vimos las bicis de una pareja de Gerona que se habían alojado en el mismo albergue que nosotros en Villafranca y decidimos parar a comer algo caliente y dejar los bocatas para la cena. Una vez en el bar nos cambiamos de ropa interior para entrar un poco en calor y comimos tranquilamente. La pareja de Gerona nos comento que iban a parar a dormir en Triacastela, ya que con el tiempo que hacia no merecía la pena ir mas allá. Una vez acabaron de comer decidieron seguir su camino bajando por carretera para poder llegar cuanto antes al albergue y coger plaza para ellos y reservar para nosotros.
Después de comer tranquilamente y entrar un poco en calor (menos los pies que seguían fríos) decidimos continuar nuestro camino por los senderos y caminos, ya que si lo hacíamos por carretera nos congelaríamos de frió por la lluvia y la velocidad con que bajaríamos.

En algunas zonas del camino nos tocaba subir pequeños repechos que nos hacían calentar brevemente las piernas, pero el resto del cuerpo seguía “congelado”.
Fuimos atravesando zonas con túneles vegetales que conformaban las copas de árboles, rampas que en continua bajada nos hacían disfrutar un poco y soltar adrenalina, tramos con vistas sobre los valles que en ocasiones (cuando no llovía) nos parábamos a contemplar y admirar el contraste del cielo azul oscuro con el verde de los montes y zonas de cultivo.
Casi sin darnos cuenta llegamos a Triacastela donde rápidamente localizamos el albergue al que nos dirigimos inmediatamente para poder ducharnos y entrar en calor. A estas alturas ya habíamos decidido acortar la etapa y dormir en Triacastela.
La pena fue que en los albergues municipales no dejan reservar y cuando llegamos solo había plaza para una persona, así que tuvimos que buscar un albergue privado.
No fue difícil dar con uno, y al parecer acertamos, nos alojamos en Berce do Caminho donde nos trataron con mucha amabilidad y nos hicieron sentir como en casa, hasta nos dejaron lavar las bicis.
Después de una buena ducha, poner lavadora, secadora y demás …. decidimos salir a tomar algo y ver si encontrábamos a la pareja de Gerona.
Al poco nos los encontramos andando por la carretera en dirección al centro del pueblo, tomamos algo con ellos comentando la jornada de pedaleo y después de despedirnos, fuimos a comprar algo mas para la cena, ya que teníamos el bocadillo del mediodía todavía intacto.
Una vez de nuevo en el albergue nos dispusimos a cenar y retirarnos pronto a dormir para recuperar fuerzas para el día siguiente. En la habitación coincidimos con un leones que ya iba por su cuarto camino en cuatro años, por cuestión de una promesa, y nos contó alguna que otra anécdota.

Sin duda la de hoy será la etapa mas dura de todo el Camino, y Alex la supero con muy buena nota, ya que no se quejo mucho por el frió, lluvia, mojadura, etc… lo dicho, esta echo todo un Pelayero de lo duros.

En total haríamos unos 52 Km, pero en algún momento de la etapa se nos hicieron muy duros.

Bueno hasta al próxima entrega…….

Saludos.

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