martes, 21 de abril de 2009

SEXTA ETAPA. ARCA DO PINO A SANTIAGO.

09-04-09

El día amanece cubierto como ya es habitual desde que entramos en Galicia, desayunamos en la misma pensión y después de organizar el equipaje y poner a punto las bicis como el resto de días, comenzamos nuestro breve paseo hasta Santiago.

En esta etapa la cantidad de peregrinos que nos fuimos encontrando ya era más importante, ya que desde Arzúa se juntan el Camino del Norte con el Frances y además en Arca do pino es donde hacen la ultima parada la mayoría de los peregrinos de a pie para afrontar los últimos km hasta Santiago.
Fuimos saludando a la mayoría con el ya típico “Buen Camino” y así poco a poco llegamos al Monte do Gozo donde nos empezó a llover fuertemente y nos vimos obligados a atecharnos un poco bajo un alero.
Solo nos quedaban unos 5 km para llegar a Santiago, pero la llegada tan esperada se convirtió en un momento un poco triste influenciado por la lluvia que caía constantemente y por que ya nos quedaban muy pocas horas de pedaleo y libertad sobre la bici, y los pensamientos ya se nos iban hacia la etapa de vuelta y las jornadas cotidianas en Gijón.



Después de callejear brevemente siguiendo las señales del camino (en este caso las flechas amarillas se cambian por conchas incrustadas en las aceras), llegamos a la plaza del Obradoiro continuamente acompañados por la lluvia, donde sacamos una fotos y rápidamente vamos en busca del albergue. El albergue de la ciudad es privado y cuesta 10 euros, frente a los 3 que cuesta el municipal que se encuentra en el Monte do Gozo.

Narciso y Laura deciden quedarse en el de la ciudad y Alex (un poco a regañadientes) y yo nos fuimos al municipal, ya que por el precio del privado, comimos y dormimos ese día.
Ya en el albergue, fuimos atendidos muy amablemente por Manolo que nos sello la credencial y nos mostró la habitación donde íbamos a descansar esa noche. El albergue esta muy bien, y se compone de edificios largos de una sola planta que tienen duchas, aseos, comedor y cocina compartidas.
En la misma habitación coincidimos con los mallorquines que habíamos conocido en Villafranca del Bierzo y a los que vimos también en Portomarin. Ellos hacían el camino desde Roncesvalles en bici y que llevaban unos 10 días de pedaleo.

La verdad es que mereció la pena subir los casi 5 km desde Santiago hasta Monte do Gozo aunque hayan sido bajo la lluvia.
Una vez nos duchamos, fuimos a comer a un restaurante que nos recomendó Manolo donde cocinaban muy casero y a un precio justo.
Después ya en el albergue nos echamos una breve siesta y después bajamos en autobús hasta el centro de Santiago para poder sellar la credencial para conseguir la Compostela y también para despedirnos de Narciso y Laura.
Con ellos dimos una vuelta por la zona de vinos de Santiago conocida como el Paris-Dakar, tomamos algo, compramos una tarta de Santiago para Tamara y una camiseta de recuerdo para Alex y nos despedimos con algo de pena, deseándonos un buen viaje de vuelta.
Lo de conseguir la Compostela tuvo su historia, ya que la chica de la Oficina del Peregrino lo primero que me digo es que la credencial que llevábamos no era la original (me las vendieron en el albergue de Aviles como originales) y lo segundo que teníamos pocos sellos para haber ido en bici, a lo que yo le conteste lo que me dijeron en el albergue municipal de León, que con sellar donde dormíamos era suficiente. Al parecer párale próximo año se van a poner más serios con estos temas y será obligatorio llevar la credencial oficial y sellar dos veces por día.

Nosotros teníamos el Alsa a las 8:30 de día siguiente, así que nos fuimos de vuelta al albergue en autobús, que por cierto no te lleva directamente al albergue, sino que desde la parada tienes que caminar unos 10 minutos (que también fueron bajo lluvia).
Una vez en el albergue conversamos brevemente con los mallorquines para luego despedirnos y desearles “Buen Camino”, ya que ellos continuarían hasta Finisterre, cosa que yo me había planteado, pero en vistas del retraso en la etapa de O´Cebreiro y del mal tiempo que teníamos en Santiago, descarte enseguida.
En esta etapa hariamos unos 25 km y en total el cuanta me marcaba 352, aunque se me estaba quedando sin pilas y puede haber fallado un poco.
Pues hasta aqui mi primera aventura larga, que espero no sea la ultima, solo me queda contaros la vuelta a casa en Alsa, que lo dejo para lo ultimo.
Chao.

lunes, 20 de abril de 2009

QUINTA ETAPA. PORTOMARIN A ARCA DO PINO

08-04-09

A partir de aquí y hasta el final de nuestro camino, ya disfrutamos de la compañía de Narciso y Laura, con los que desayunamos en una cafetería del pueblo para reponer fuerzas. Después salimos de Portomarin siguiendo la típica flecha y a los grupos de peregrinos que en cada etapa eran más numerosos.
Empezamos la etapa subiendo como en casi todas las etapas de la zona gallega, ya que es un constante sube y baja, sin lluvia, pero con el cielo cubierto de nubes. Poco a poco fuimos dejando atrás pueblos como Cortapezas, Gonzar, Castromaior, Hospital, etc, hasta llegar a palas de rey donde nos detuvimos para tomar una par de barritas y algo de fruta.
Una vez repusimos las fuerzas, continuamos atravesando pequeños y característicos pueblos hasta llegar a Melide, donde Narciso y Laura tenían previsto parar a comer pulpo y donde algún pelayo ya me digo que no se me ocurriera pasar por Melide sin probar el pulpo, así que ya que estábamos todos de acuerdo, ese día paramos a comer de plato, a base de pulpo, cachelos, ensalada y un postre de tarta de queso que nos dejo como nuevos. A se me olvidaba hacer mención al par de botellas de ribeiro que nos ventilamos sin darnos apenas cuenta. El sitio en cuestión se llama Ezequiel, y merece la pena parar a degustar el pulpo.
Lo difícil fue coger después la bici y pensar que todavía nos quedaban treintaypico de km para llegar a donde íbamos a dormir. Una vez nos mentalizamos, seguimos dándole al pedal y poco a poco fuimos dejando atrás Melide.
Un poco más rápido que las otras etapas nos fuimos acercando a Arzúa pasando por Rado, Boente, Castaneda y Ribadixo donde había un albergue con muy buena pinta.
Al llegar a Arzúa, yo había pensado en quedarnos a dormir en el albergue municipal para hacer la aventura un poco mas sosegada y duradera, así que nos despedimos de Narciso y Laura y nos fuimos a buscar el albergue municipal que se encontraba completo y en vistas de que el resto de albergues estaban en edificios normales y Alex estaba encantado con Narciso, con el que iba charlando largamente y lanzándose en las bajadas detrás de él, decidimos continuar el camino hasta Arca do pino donde se nos complicaría un poco el buscar alojamiento.
Desde Arzúa a Arca do pino fuimos a un ritmo alto para encontrarnos en el camino con ellos, pero al haberse despistado en un cruce, no los vimos hasta llegar al pueblo. Fuimos rápidamente al albergue municipal, pero este estaba completo y desde allí amablemente nos llamaron al privado que también estaba lleno. En este pueblo no hay mas, así que solo nos queda la opción de buscar una pensión lo más barata posible. Después de varias llamadas de teléfono a varias pensiones, conseguimos una por 15 euros/persona que no estaba nada mal. Así que fuimos a comprar algo para cenar, ya que la pensión disponía de cocina compartida y nos dimos una buena ducha antes de preparar la cena. La pensión se llama Maribel y es del todo recomendable, ya que la señora nos lavo la ropa y nos la seco sin ningún gasto añadido.

Habíamos hecho unos 73 km desde Portomarin, así que nos fuimos temprano para la cama a descansar.
En esta etapa nos acercamos ya a nuestro destino final, ya que estábamos a unos 20 km de Santiago.

CUARTA ETAPA. TRIACASTELA A PORTOMARIN.

07-04-09

Amanece con el cielo cubierto y con serias amenazas de comenzar a orvallar.
La noche fue muy tranquila, excepto que cada 3 o 4 horas me levantaba para cambiar los papeles de periódicos de las botas de la bici para intentar secarlas lo máximo posible.
El desayuno lo improvisamos en el propio albergue con algo de fruta, barritas energéticas y zumos que nos habían sobrado de la cena del día anterior.
Salimos del albergue sin poder despedirnos de los amables dueños pues debían estar durmiendo todavía.
Nada mas salir del pueblo nos encontramos dos señales que nos indicaban dos opciones, por San Xil o por Samos. Nos decidimos por tirar por San Xil y recorrer unos caminos preciosos llenos de abundante vegetación y árboles a sus laterales.
En constante subida fuimos alcanzando San Xil donde nos empezaron a caer pequeños copos de nieve y fuimos encontrando algún que otro peregrino a pie.
A medida que nos alejábamos de San Xil pudimos comprobar como la cima de O´Cebreiro estaba completamente blanca de la nevada que cayo por la noche.
Continuamos el camino que ya en bajada nos acerco a Montan, Fontearcuda, Furela y algún que otro pueblo que ya no recuerdo.
Los pueblos en esta zona eran todos muy parecidos, con fachadas de piedra y tejados de pizarra y rodeados de verdes prados con abundante vegetación y bosque.
No encontramos a mucha gente en los pueblos y la verdad que con el tiempo que hacia no merecía la pena estar por la calle.
Me sorprendió un poco la cantidad de vacas lecheras que había en casi todos los pueblos, así como la cantidad de estiércol que también había sobre el hormigón que sustituía en los pueblos a la tierra de los caminos.
Continuamos nuestro camino ciclando por zonas de barro, charcos en abundancia, algunas trialeras espectaculares, ríos que parecían parte del camino, y alguna que otra carretera secundaria.
Antes de entrar en Sarriá coincidimos con un grupo de peregrinos de Madrid, Bilbao y Logroño que sé habían juntado en el camino y que graciosamente nos comentaron su experiencia en el camino.
En este pueblo, de cierta importancia, buscamos una tienda-taller de bicis para ajustar el cambio trasero de la bici de Alex que le estaba dando algo de guerra, y a continuación fuimos directos a una panadería que vimos al llegar y que tenia unas empanadas con muy buena pinta.
Después de avituallarnos, buscamos un cajero para reponer la cartera, que el camino es barato, pero poco a poco el dinero se va gastando y no queda mas remedio que tirar de tarjeta. En ese momento nos volvimos a encontrar con Narciso y Laura (la pareja de Gerona). Ellos habían ido por Samos y se habían detenido para hacer la visita guiada por el monasterio. Al comentarlo creo que nos equivocamos y también deberíamos haber ido por Samos, lo tendremos en cuenta para la próxima vez que seguro habrá.
Era prácticamente la hora de comer, o mejor dicho nos empezaba a entra hambre, pues el reloj es algo a lo que prácticamente durante todo el camino apenas prestamos atención, pues comíamos y descansábamos cuando nos apetecía.
Narciso y Laura se decidieron a comprar algo de empanadas y acabamos en un parque al atecho de un gran árbol comiendo las empanadas, frutas que compramos en un súper y algo de chocolate para reponer fuerzas. A continuación fuimos a un bar para tomar unos cafés y la camarera de muy buen humor nos ofreció unos chupitos de orujo, aguardiente, café, etc...
Al final con el estomago bien lleno y calientito por los chupitos seguimos nuestro camino en compañía de esta agradable pareja.
Poco a poco fuimos subiendo las rampas que nos acercaban a Viei, Barbadelo y Rente, en eso estábamos cuando nos volvimos a encontrar con el grupo de la entrada del pueblo y un poco mas adelante un par de chicas de Málaga nos ofrecían gominolas y regalices en una curva del camino, cosa que nos obligo a detenernos para charlas y hacernos algunas fotos.
Después continuamos nuestro camino parando en alguna que otra fuente para reponer los bidones, donde los peregrinos curiosos se acercaban a estudiar el invento del carro, y subiendo por caminos empedrados en los que te veías obligado a poner pie a tierra y empujar el trailer (bici+remolque).
A continuación vinieron una serie de bajadas que nos dejaron prácticamente en las puertas de Protomarin. Guapo pueblo al que accedes por un puente que salva el río Miño.
En este pueblo buscaríamos el albergue municipal para poder descansar y recuperarnos para el día siguiente. Después de una buena ducha, dimos un breve paseo por el pueblo y sacamos algunas fotos para el recuerdo.
Buscamos un supermercado donde compramos algo para acompañar la empanada que nos sobró del mediodía para la cena.
Por ultimo estuvimos charlando con Narciso y Laura y varios peregrinos que se iban acercando al albergue para irse a dormir.

En total hicimos unos 43 km de los cuales muy pocos fueron bajo la lluvia, pero la mayor parte del terreno estaba húmedo, con barro y bastante resbaladizo.
Alex continua portándose como un campeón, ya que no demuestra signos de cansancio ni de ganas de volverse para Gijón.



Hasta la proxima........

miércoles, 15 de abril de 2009

TERCERA ETAPA. DE VILLAFRANCA DEL BIERZO A CALBOR

06-04-09

Salimos de Villafranca con el cielo un poco cubierto de nubes y mas tarde que los demas dias, ya que tuve que poner pastillas de freno en la rueda trasera (la bajada a Molinaseca del dia anterior se las "trago"). Esperamos a que abriera una de las dos tiendas que hay en el pueblo, y mientras aprovechamos para comprar algo de pan, fruta y embutido para la comida.
La primera parte de la etapa discurre encajonada en un valle, pasando por poblaciones como Pereje (con buen albergue), Trabadelo, Portela, Ambasmestas, Vega de Valcarce, Ruitelán y Herrerías. Todos ellos pueblos típicos del bierzo con sus fachadas de piedra y sus tejados de pizarra.
En este trayecto fuimos adelantando a bastantes peregrinos y en ocasiones nos detuvimos con alguno de ellos para saludarles y comentar la experiencia del Camino, ya que con algunos habíamos coincidido en el albergue la noche anterior.
A partir de Trabadelo nos empezó a acompañar una débil lluvia que ya no cesaría hasta el comienzo de la subida a O´Cebreiro, donde se encrudeció más la situación meteorológica.
Después del pueblo de las Herrerías comienza la temida subida O´Cebreiro, en este punto nos detuvimos para acondicionar nuestra vestimenta a lo que nos esperaba. Pusimos chubasqueros, bragas para el cuello, guantes largos de invierno, etc.. además aprovechamos para tomar un tentempié a base de frutas y barritas energéticas.
Desde este punto ya se veían las cimas de los montes que nos rodeaban cubiertos por las nubes y la niebla.
Los peregrinos que conocían el camino nos aconsejaban seguir por la carretera, ya que el tramo de camino desde las Herrerías hasta La Faba en esas condiciones es prácticamente imposible de subir empujando la bici y menos con un remolque.
Decidimos seguir por la estrecha y serpenteante carretera hasta el pueblo de La Faba desde donde seguiríamos por camino en constante subida hasta llegar a Laguna de Castilla última población de la provincia de Leon. En este tramo nos azotó bastante el aire, acompañado de fuerte lluvia. Para entrar en esta población hay que salvar un par de repechos con bastante desnivel y piedras sueltas, donde coincidimos con varios peregrinos que nos miraban un poco perplejos al ver como los adelantábamos a golpe de pedal.
Solo nos faltaban los últimos repechos para conseguir llegar a la cima del puerto, pero a medida que fuimos cogiendo mas altura, el viento y la lluvia eran más fuertes, incluso nos llego a granizar en algún momento de este último tramo.
Una vez alcanzado el pueblo y ya pisando tierras gallegas, nos dirigimos al albergue municipal, donde nos informan que hasta las 19:00 (eran las 13:30) no podríamos entrar por tener preferencia los peregrinos que van a pie, y nos comenta que el día anterior quedo gente fuera del albergue.
Totalmente calados y muertos de frió, decidimos continuar en dirección a Hospital de la Condesa y bajar cuanto antes de la cima para encontrar temperaturas mas calidas.
En este pueblo vimos las bicis de una pareja de Gerona que se habían alojado en el mismo albergue que nosotros en Villafranca y decidimos parar a comer algo caliente y dejar los bocatas para la cena. Una vez en el bar nos cambiamos de ropa interior para entrar un poco en calor y comimos tranquilamente. La pareja de Gerona nos comento que iban a parar a dormir en Triacastela, ya que con el tiempo que hacia no merecía la pena ir mas allá. Una vez acabaron de comer decidieron seguir su camino bajando por carretera para poder llegar cuanto antes al albergue y coger plaza para ellos y reservar para nosotros.
Después de comer tranquilamente y entrar un poco en calor (menos los pies que seguían fríos) decidimos continuar nuestro camino por los senderos y caminos, ya que si lo hacíamos por carretera nos congelaríamos de frió por la lluvia y la velocidad con que bajaríamos.

En algunas zonas del camino nos tocaba subir pequeños repechos que nos hacían calentar brevemente las piernas, pero el resto del cuerpo seguía “congelado”.
Fuimos atravesando zonas con túneles vegetales que conformaban las copas de árboles, rampas que en continua bajada nos hacían disfrutar un poco y soltar adrenalina, tramos con vistas sobre los valles que en ocasiones (cuando no llovía) nos parábamos a contemplar y admirar el contraste del cielo azul oscuro con el verde de los montes y zonas de cultivo.
Casi sin darnos cuenta llegamos a Triacastela donde rápidamente localizamos el albergue al que nos dirigimos inmediatamente para poder ducharnos y entrar en calor. A estas alturas ya habíamos decidido acortar la etapa y dormir en Triacastela.
La pena fue que en los albergues municipales no dejan reservar y cuando llegamos solo había plaza para una persona, así que tuvimos que buscar un albergue privado.
No fue difícil dar con uno, y al parecer acertamos, nos alojamos en Berce do Caminho donde nos trataron con mucha amabilidad y nos hicieron sentir como en casa, hasta nos dejaron lavar las bicis.
Después de una buena ducha, poner lavadora, secadora y demás …. decidimos salir a tomar algo y ver si encontrábamos a la pareja de Gerona.
Al poco nos los encontramos andando por la carretera en dirección al centro del pueblo, tomamos algo con ellos comentando la jornada de pedaleo y después de despedirnos, fuimos a comprar algo mas para la cena, ya que teníamos el bocadillo del mediodía todavía intacto.
Una vez de nuevo en el albergue nos dispusimos a cenar y retirarnos pronto a dormir para recuperar fuerzas para el día siguiente. En la habitación coincidimos con un leones que ya iba por su cuarto camino en cuatro años, por cuestión de una promesa, y nos contó alguna que otra anécdota.

Sin duda la de hoy será la etapa mas dura de todo el Camino, y Alex la supero con muy buena nota, ya que no se quejo mucho por el frió, lluvia, mojadura, etc… lo dicho, esta echo todo un Pelayero de lo duros.

En total haríamos unos 52 Km, pero en algún momento de la etapa se nos hicieron muy duros.

Bueno hasta al próxima entrega…….

Saludos.

lunes, 6 de abril de 2009

SEGUNDA ETAPA. DE RABANAL DEL CAMINO A VILLAFRANCA DEL BIERZO

05-04-09

Hoy nos hamanecido un dia cubierto con alguna nube pero ya se intuia que ibamos a tener un dia de calor y de mucho sol.

Despues de despedirnos de la señora del albergue, del que nos queda un agradable recuerdo, comenzamos a subir por carretera hacia Foncebadon, pero al poco nos desviamos siguiendo las indicaciones por caminos y senderos hasta llegar a dicho pueblo, una vez pasado el pueblo ya se empieza a divisar el alto de la cruz con los montes de fondo cubiertos de nieve. Al llegar a la cruz nos encontramos con varios peregrinos que van a pie y con los que conversamos brevemente sobre el camino y los lugares de procedencia. En este lugar es costumbre dejar una piedra en simbolo de quitar las penas y para tener suerte en el camino, de hecho la cruz esta sobre un pequeña montaña de piedras.

Despues de la cruz es todo practicamente bajada hasta Ponferrada, la bajada es una pasada, tienes de todo, camino, trialeras, rocas pulidas por los peregrinos, etc. en fin que disfrutamos como enanos, y eso que nos habian dicho que por alli no se podia bajar, que eran practicamente barrancos y que con el carrito lo ibamos a tener complicado. En la bajada nos fuimos cruzando con peregrinos que se quedaban un poco asombrados al vernos bajar a Alex y a mi con el pequeño trailer.

En Molinaseca paramos a comer en un restaurante con terraza al pie del rio.
Una pasada.
Una vez llegado a Ponferrada y por miedo a perdernos como en Leon, fuimos siguiendo estrictamente las señales hasta que atravesamos completamente la ciudad.

Despues continuamos hasta Villafranca del Bierzo, pasando por varios pueblos del Bierzo. Este tramo resulto bastante facil por que practicamente es todo llano y hay tramos de carretera y pista faciles de llevar.
Ya en Villafranca del Bierzo encontramos un par de albergues en la entrada del pueblo, ni se os ocurra ir al AVE FENIX, es como si te teletransportases a Inglaterra, Alemania, Francia, etc. o sea un asco, al final fuimos al municipal, y acertamos, muy tranquilo y bien atendido. En el, charlamos con gente de Madrid, Tarragona, Girona, Portugal, etc.

En esta etapa hicimos unos 60 km, y de momento seguimos aguantando.

Bueno nos despedimos ya hasta la proxima etapa, que ya nos entra el sueño.

Ya os contaremos mañana el frio, agua, granizo y demas efectos meteorologicos de los que fuimos "disfrutando" en el dia de hoy.

Saludos de parte de Alex y mia.

domingo, 5 de abril de 2009

PRIMERA ETAPA.LEON A RABANAL DEL CAMINO




04-04-09

Por fin comenzamos el Camino, despues de un par de horas en Alsa y de perdernos en Leon practicamente otra hora, consegimos encontrar las famosas flechas amarillas que te indican el camino sin perdida posible.
Nos pegamos un buen madrugon para coger el Alsa en Gijon, el dia amanecio gris y comenzaba a orbayar. En la estacion de Gijon tuve que empaquetar las bicis, para ello utilice blosas grandes de plastico y precinto abdesivo, tambien te obligan a desmontar la rueda delantera.
Al llegar a Leon, luce el sol y la tarea es al reves, toca montar las bicis, una vez completas, buscamos un albergue donde sellar las credenciales y nos indiquen como salir rapidamente de Leon.
Como dige antes nos perdimos, y creo que es algo general en las grandes ciudades.
Una vez alcanzamos Trobajo del Camino ya comenzamos a encontrar las flechas amarillas y ya no tuvimos perdida.
A partir de aqui empezamos a pisar caminos de tierra combinados con pequeños tramos de asfalto de la carretera general que va a Astorga.
En San Miguel del Camino encontramos un detalle de un tal Agapito que merece la pena destacar, ya que el hombre tiene en la acera un cesta con galletas, frutos secos, caramelos, etc . para que el peregrino deguste, ademas de un sello para la credencial y un bloc en el que escribir tu camino.
A continuacion seguimos por pistas y caminos que van paralelos a la carretera general hasta llegar a Hospital de Orbigo donde comimos en el bar la Perrona, que por cierto nos atendieron muy bien.
Despues seguimos en direccion a Astorga, una vez aqui dudamos entre seguir a Rabanal del Camino o dormir en Astorga y al dia siguiente acompañar a los Pelayos en la ruta del cocido maragato, despues de sopesarlo todo un poco (km de mas, coste, etc.), decidimos seguir a Rabanal del Camino donde pudimos descansar agradablemente en el Albergue del Pilar, donde tambien cenamos y desayunariamos al dia siguiente. merecio la pena el esfuerzo hasta aqui.

En total fueron unos 83 km, incluidas las perdidas por Leon y los km hechos en Gijon. Alex aguanto mas o menos bien, pero se le atragantaron un poco los ultimos 5 km.


Bueno me despido ya, hasta la siguiente etapa, hoy nos toca empezar subiendo a la Cruz de Ferro.