miércoles, 1 de octubre de 2014

CERVERA-POTES-CERVERA 2014, UNA Y...¿NO MÀS??

El ambiente en el pequeño despacho es tenso: al olor acre de la madera y el
cuero se une el del sudor y suciedad de la pequeña cuadrilla de guardias que allí se encuentra. Estos se mantienen firmes a ambos lados de la sala, rodeando, a una oportuna distancia, la robusta camilla firmemente atornillada al suelo de piedra y cuyo ocupante mira al frente con expresión extraviada.
Por delante de él, y a un lado de la mesa del médico que preside la estancia, se halla uno de los capitanes de la  compañía: José María Mulero, hombre serio y de pocas bromas, conocido por su defensa de la unidad familiar…
El galeno se halla ocupado revisando los legajos que aquel le ha pasado: informes de situación y andanzas de la compañía hasta el día de la fecha. 
Al levantar un momento la vista del pergamino, observa durante un momento la cara del alienado: su rostro, sus gestos, su mirada, rápida y huidiza, ya le dan una idea del perjuicio,  …-“...por ahí no, es por el otro lado…” se le oye decir entre susurros al enfermo.
-¿Y dice usted que se mantiene en este estado el día de ayer???
-“Si señor, solo atina decir eso, su confusión mental es extrema…casi lleva a la perdición al grupo, de hecho algunos de mis hombres tuvieron problemas en encontrar el camino de vuelta…”, responde Mulero, echando una reojada a su camarilla.
El facultativo se remueve turbado; algo preocupa al incólume y estoico leones, cierta inquietud que no logra apartar; como si un malestar interior lo concomiera, se rasca la pierna con un gesto nervioso.
Sigue leyendo los papeles el matasanos, a media voz…:”..a poco de empezar la exploración, el destacamento sufrió un feroz aguacero que retrasó la marcha, obligando a echar pie a tierra y a resguardarse, pero la chubascada nos siguió hasta la aldea de Resoba....”…Bah, piensa Del Hierro, una fugaz llovizna sin mayores consecuencias….
 
Un ligero ruido de papel arrugado sobresalta al neurologo: ante su mirada, uno de los guardias, individuo barbudo y de ropa holgada, esconde rápidamente un envoltorio en su chaqueta…un suave olor a jamón llega hasta el doctor, que busca en un listado el nombre del tipo…¡Aja!, Juan de Blas, no le sorprende el hecho: el pobre Blas sufre de trastornos alimenticios de los que se trata desde hace ya algunas semanas, posiblemente haya recaído de nuevo; anota en su agenda el hecho para llamarlo más tarde a consulta. 
El informe continua: -”...una vez superada la aldea, el camino ascendía a las alturas de Collado Doncellas desde donde continuaría por el valle de Pineda, acompañando al Carrión, y siempre bajo las alturas del Curavacas…”  
Una leve sonrisa suaviza los duros gestos de Hierro mientras recuerda los amoríos juveniles con una montañera de la zona, de aquella peinaba rizos y unos cuantos kilos de más.
El picor de la pierna se ha extendido a la otra, y desliza la mano en esa dirección, agitando los papeles para disimular
-”Dígame don José  María, cuando comenzó usted a sospechar?. 
–“Pués verá usted, inicia el jefe, Pasada ya media jornada, el capitán Marín comenzó a trastocar los parámetros de la ruta, confundiendo las altitudes positivas con las negativas, así si nos enfrentábamos a una dura ascensión, él nos indicaba que era todo lo contrario!!!!, tal era su obcecación que, aún siendo el terreno en franco descenso, no hacíamos más que afrontar duras rampas, una de ellas imposible de ascender si  no era pertrechados de cuerdas y crampones!!!, se queja el quejumbroso líder.
El psiquiatra asiente con la cabeza mientras se remueve en la silla intentando aplacar el escozor que siente en sus posaderas. Con la mano que tiene libre, (la otra sigue rascando el muslo de la pierna), extrae de un cajón de la mesa una serie de láminas coloreadas. –“Bien, es necesario un análisis de la situación, vamos a ver cómo reacciona ante el test de Rorschach”–“Capitán Marín…”, el infeliz, atado por piernas y pecho, sonríe en una expresión inocente. –“Dígame qué ve usted en estos dibujos, con sus propias palabras, descríbamelos lo mejor que pueda…vamos allá”Ante la primera lámina el perturbado oficial  duda un poco pero reacciona rápido, su lengua lanza las palabras como dardos…-"¡¡Hacia abajo!!!", el doctor da la vuelta al papel extrañado…muestra la segunda…-"¡¡Para abajo también!!" dice sin dudar…la tercera…-"¡¡Abajo, está claro!!!"…las seis restantes obtienen la misma respuesta y es solo en la última de las diez cuando se modifica un poco su respuesta…luego de titubear un buen rato y tras pedir que le volteen el papel, responde alto y claro, con ojos entornados…-“Casi pa’ bajo!!!””. 
Hierro, que a estas alturas, y sin darse cuenta, ya se restriega el cuello con la plegadera, alza las cejas en un gesto de asombro y estupor…la cosa está fea, piensa el cazurro…este no sale de aquí... Anota en la libreta de antes unas palabras que definen el estado del sujeto: “Respuestas a estímulos visuales erróneas, posible desorden disléxico grave”
Un suave aroma a chorizo asciende ahora a la pituitaria del buen doctor…Blas sigue con su anárquica dieta mientras el novato del corro, Gaby, contempla embelesado la bandeja de buen fiambre que extrae el dietista de su morral, ante la mirada triste y desazonada de otro no tan novato, Del Real, este sin dieta que contemplar.-“Por lo que veo, su estado mental no mejoró en la jornada siguiente, la dominical…”La comezón asciende hacia los brazos como si tuviera prisa. Don ramón se siente como mordido por un enjambre de hormigas famélicas…-“Pues no, ante una excursión que se presumía placentera, por tierras menos rebuscadas y traicioneras, el aquí presente, no cejó en su empeño de buscar el recorrido más enrevesado y fatigoso…no contento con llevarnos durante 25 kilómetros de ascenso, sudando la gota gorda, en la subida a San Glorio, continuó con su obstinación de buscar una cima tras otra que coronar, coleccionando carteles como si fueran trofeos…La Picona, Las Portillas, La Varga, todos fueron cayendo uno tras otro…” decía, estirándose la canosa perilla, el preocupado MuleroEl atento psiquiatra sigue anotando en su cuaderno: Trastorno obsesivo compulsivo, tendencia a síndrome del coleccionista…
 ---“De nada sirvieron las quejas y lamentos de la compañía, mermada en esta ocasión por las bajas de los señores Moya y Del Real, de exploración por La Cruz de la Viorna y de don Gabriel, de retirada obligada a su cuartel…cuando ya creíamos que se había tranquilizado, de nuevo
encaminaba nuestros pasos hacía otra rampa…tal parecía que se alegraba de ello” encaminaba nuestros pasos hacía otra rampa…tal parecía que se alegraba de ello”El aumento del contenido del bloc de diagnosis es paralelo al aumento de los picores…: Hierro ya se frota la espalda contra el respaldo de la silla sin ningún recato, ante la sorpresa del declarante, que se retira un par metros.....”...y del otro individuo, el fugado ¿se sabe algo...?” pregunta mientras introduce una percha por su nuca en un intento de aplacar la irritación epidérmica.-"...He destacado uno de nuestros mejores hombres en su busca, responde algo agitado el interino…no ha de tardar mucho…"
Un sonoro estruendo resuena de repente en la estancia: por encima del dintel de la puerta se abren unas grandes grietas y trozos de enfoscado caen al suelo ante el estupor de los presentes. 
Los soldados dan un paso atrás y Blas un bocado al salchichón, Gabriel intenta, sin éxito, pillar algo del embutido leonés.
Se hace el silencio y otro estruendo, esta vez en la puerta, acompaña la entrada de un gigantón, mitad hombre mitad torreón, que se echa una mano a la cabeza dolorida, con la otra, la que no tapa el chichón, arrastra una cadena que se pierde en la oscuridad del pasillo.
 –“Lo hemos apresado mi capitán, se daba a la fuga en Cervera, intentando vender su montura a unos mozalbetes de la zona…”…. Acompaña a sus palabras con un tirón de las anillas…estas tintinean sobre el suelo desnudo mientras asoma a la estancia un hombre apresado en un cepo. 
Sus ojos de un azul vermesco, lanzan destellos de rabia y furia hacia los allí congregados…sus palabras restallan entre las frías paredes de la sala…
-"¡JAMÁS ME VOLVEREIS A COGER!!!¡¡¡JAMÁS!!!...¡¡PRRTTTT….!!!!...sus ojos se encuentra con los del otro apresado y reacciona con más energía si cabe…
-“¡¡¡TUUUU!!!””, exclama el recién llegado, apuntando con su mano hacía MArín…
-"”¡¡¡TUUUU!!!”, a lo que el de la camilla responde...
-“¡¡¡PA’ BAJO…PA`BAAAJO!!!

…Paranoia persecutoria, delirium tremens, psicopatía aguda en ambos casos, se recomienda electroshock moderado repetitivo hasta eliminación de síntomas…escribe a duras pena el terapeuta ocasional, la comezon no remite ni un ápice, y el restregarse contra el quicio de la puerta, como está haciendo en este momento, no le aplaca ni un picor……







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