Cuando uno
se pone a rememorar las andanzas del año, suele haber imágenes, digitalizadas o
no, que saltan a la memoria con más rapidez que otras, ya sean por su
dinamismo, por su frescura o porque nos duele, todavía, alguna parte de la
osamenta, ¡qué diablos! …
Echando la vista atrás hay una que me sobresale por
encima de otras: el chaparrón que caía el día de la ruta de los callos, en
Enero, con los arroyos cruzando la carretera y los “limpias” sin dar abasto…¡aquello
si que era llover!!!, solo un valiente se atrevía a llevar y ¡montar! la
bicicleta; el osado Nacho. Y es que en este año que se nos va, ha llovido lo
que no estaba escrito, y aunque sea frase manida, en este caso es cierta y
veraz: no estaba historiada tal magnitud
de aguaceros.
Los datos, esos fríos y asépticos guarismos que tanto le
gustan al estimado Barcaiztegui, hablan de cifras cercanas a los 1000 litros
por metro cuadrado, que doy fe de que es bastante. Pero no era la cantidad de
lluvia cayendo lo que dificultaba el pedaleo, si no su persistencia, muy
cansina, vaya…. Nuestro colega Fermín, refería en su afamado blog ¡78 días! de
lluvia continua hasta Mayo; o sea que llovía un día sí y otro también.
De esta
manera es fácil comprender los que nos deparaban los primeros meses:
suspensiones y más suspensiones de rutas, con las huestes rodando por lugares
desconocidos, como trasteros, gimnasios, centros comerciales, y hasta Spas. Pero
bastaba un resquicio en los aguaceros para que el citado y temido estadista
azuzara las tropas, en su búsqueda de la VCG perfecta, por las zonas de
Candanal, Fario, Veranes y Peón, repartiendo sartenazos a diestro y siniestro. Aunque
aprovechando una tregua entre borrascas, se autorizaba una ligera escapada a
Brañes y Premio, lo que permitía a Adrián comprobar si su coche nuevo pasaba
por el puente de la citada localidad…pasó, justo pero pasó (dicen las malas
lenguas que desde entonces Adrián tiene un mechón blanco en la cabellera).
Llegaba la
nieve en Marzo, trayendo con ella el enésimo aplazamiento de la Impensable, y
unas cuantas vueltas por zonas cercanas a Gijón, siempre bajo el pertinaz
látigo del licenciado, que no cejaba en sus empeños exploratorios.
Abril
portaba lluvias como no podía ser de otra forma, sobremanera al final del mes, y
nuestras milicias acudían al Maratón del Sella con el miedo a la procesionaria
en los cuerpos. No hubo este año mayores resquemores en ese sentido pero lo que
si cayeron fueron calambres y pájaras por doquier: Zarate, Pachu y Barquín
sufrían en carne propia tales males, mientras que Acedo ascendía el monte como
poseso, Pepe se contentaba con sufrir lo justo y rascarse también lo justo de
vuelta en casa y, a velocidad inhumana, transitaban por la zona, Manu, Xuan
Angel y la visitante Yoli.
Pero, como dice el refrán: " a la cara más fea la alegría la hermosea" y a los pocos días, recibíamos, con gran gozo y alborozo, los tan
ansiados, esperados y necesitados uniformes, que las carnes de algunos
socios se mostraban ya sin recato. Había sido una larga, tensa y paciente (paciencia la mía…) espera desde el inicio de las gestiones con diseñadores propios y ajenos, proveedores, y críticos directivos…¡POR FIN!!!…Y a la vista de las imágenes y oídos los comentarios, se puede decir, que los ropajes nos han quedado chulos a la par que elegantes…¡ELE!!!
socios se mostraban ya sin recato. Había sido una larga, tensa y paciente (paciencia la mía…) espera desde el inicio de las gestiones con diseñadores propios y ajenos, proveedores, y críticos directivos…¡POR FIN!!!…Y a la vista de las imágenes y oídos los comentarios, se puede decir, que los ropajes nos han quedado chulos a la par que elegantes…¡ELE!!!
En lo
deportivo, carentes de entrenamiento, no era de extrañar que las fuerzas fueran
muy justas y eso se notaba: 101 Peregrinos ocasionaba una debacle en los
animosos socios que acudían a la prueba; exceptuando a los entregados velocistas
Morís, Horacio y Junco, el resto, desanimado por el fuerte ascenso a una
cantera perdida y por un calor desconocido, daba con sus huesos en la meta a
unas horas nocturnas increíbles en otras ocasiones…¡nos cerraron hasta el bar
de copas!!!.
Esta
prueba era el preámbulo del “Coco” anual: El Soplao. Como era de esperar, en
Cabezón llovería el día de la prueba, y los resultados también se mojaban: Xuan
Angel aceptaba 13 horas de empapado rodaje, Rubén se retiraba con la cadena en
el pescuezo y Pepe era rescatado de las aguas, “in extremis”, por un solícito
posadero y por su mujer…la de Pepe, no la del mesonero.
Pocos días después, el
clima nos daba un respiro y peregrinábamos, lentamente eso si, a Covadonga entre nubes, claros y Asturcones,
ganándonos con ello un colorido chubasquero, atención de Don Patricio.
Coincidían
las fechas con la llegada de un nuevo literato al universo bloguero: el
incontinente, (de verbo, digo, que os conozco…), y joven Arguelles exhibía
pluma y prosa en una precisa crónica a Covadonga con la compañía de cuatro jovenzuelos.
Seguían por esas fechas
las investigaciones de la VCG, con innumerables debates y discusiones sobre el
sentido de la ruta, que si a derechas, que si a izquierdas, que si la rampa de
Chema, que si la de la “vaca”…etc…etc, algunos debates duraron hasta que se acabó
el chorizo y el tintorro salmantino. Suerte que el comandante de la Cosa Nostra
nos aireó en una bonita ruta por Logrezana, Carreño, Santufirme, Llanera y
demás concejos cercanos, que sirvió para aliviar, un poco, las tensiones.
Como todos
estos últimos años, Junio esun mes reposado, de sencillas excursiones por Candás y aledaños y de la Degaña-Ibias, y
para allá que nos fuimos los acostumbrados, más Pablo, Manu y el esbelto Pachu,
a disfrutar de los paisajes, de la compañía, del buen sol leones y de la
piscina…los que no olvidaron los bañadores
Justo una
semana después llegaba la tan esperada y preparada XX VCG, oportunidad sin
igual donde mostrar nuestras nuevas y atractivas prendas. En esta ocasión,
acompañaba el desfile Don Manuel Arrieta, iniciador de la idea hace dos décadas,
que observó atento el desfile de más de 300 ciclistas y vehículos de apoyo. El
clima también acompañaba, con una jornada soleada y luminosa, que hizo
disfrutar a los deportistas.
Y en el
mismo mes, como colofón a meses y meses de diseño y corrección, de búsqueda de
imágenes y preparación, veía la luz el libro con nuestras crónicas blogueras.
Casi 300 páginas de aventuras a lo largo y ancho de esta región y sus
limítrofes (yo es que soy de la EGB…) que ilustran la historia viva de la Peña
Btt Rey Pelayo y, que es, además, un manual de
consulta de la buena gramática, gracias de nuevo a Marín, el ilustrado, sin cuya orientación seguiríamos llamando grijo al guijo y sustrayendo acentos por doquier…
consulta de la buena gramática, gracias de nuevo a Marín, el ilustrado, sin cuya orientación seguiríamos llamando grijo al guijo y sustrayendo acentos por doquier…
Para la presentación del
recién nacido, se contó con el apoyo del Patronato y con el de la concejalía de
deportes del ayuntamiento, celebrando el acto, como no podía ser de otra guisa,
con una opípara merendola, rodeados de buenos amigos y compañeros del pedal.
Los meses
siguientes, suelen ser bastante solitarios, con la sociedad repartida por
lugares de ocio y diversión, por ello nos sorprendía aún mas que dos paladines
de la carretera como son Eugenio y Guti, alcanzaran las mieles del triunfo en
esa salvajada que se da en llamar Madrid-Gijón-Madrid, mientras que el resto
dormitábamos en tumbonas y similares. ¡Bravo por ellos!
Septiembre
iniciaba las hostilidades en la montaña con la XXI vuelta a
Noreña, cortesía de
los Rebollines y Pachu, y con un paseo por las alturas de Cotobello.
Continuábamos con la ruta de la avellana piloñesa y los ascensos a Pajares y al
Collado de Breza, ruta esta sorprendente: a tiro de piedra de las capitales
asturianas, tal parece que se esté en los pastizales de Amieva.
Tan atractiva
fue la ruta en si, y tan adictiva que hasta hubo uno que la repitió, debía ser
para fijar bien el track, que nos hizo trepar por una rampa de hormigón que no
conducía a ningún sitio conocido.
Por estas fechas, las “maduras“ que no viejas
glorias de la Peña hicieron una escapada por Ardisana, vieja excusa para
quedarse a comer en un restaurante de la zona.
Y los
finales del mes otoñal por excelencia, llevaban a un buen grupeto a disfrutar
de los cordales de Allande, en la famosa ruta, tantas veces aplazada, de Angel
Victor. Decir que a pesar de las encerronas preparadas por el bueno de Angel,
con descensos endiablados y cuestas imposibles, los ciclistas aguantaron como
jabatos, incluso el pobre anfitrión, que acabó sin cadena, sin cambio y a poco
que se estire, sin bicicleta: tamaña potencia no hay máquina que la resista!!
Noviembre
nos traía un pantagruélico festín para celebrar el cumpleaños de Joseba y la
adquisición de su montura nueva…si con la de antes, de tubería maciza, no había
quién lo pillara, ahora habrá que engancharle unas piedras de escollera…
Y, por
si no había sido suficiente la fartura, el sábado siguiente, el inquieto Pepe
nos acercaba a tierras Gordonesas con una excelente excursión por Geras,
Folledo, Casares, Cubilla y El Tarabicu, donde recordamos a que sabe el buen
embutido leonés. Algunos todavía lloramos de la emoción.
Terminábamos la mensualidad con la
puesta del Belén, en el lugar habitual, acompañados del ya habitual aguacero,
que hizo que nos mojáramos mas por fuera
que por dentro, (aunque luchamos por invertir la situación) y con la cena
navideña, adelantada por culpa de los puentes constitucionales.
El mes que
cierra el año nos regalaba un tiempo fresco y húmedo pero soleado, y nos
acercábamos a la concha de Artedo y a su playa.
Los turrones, polvorones,
¡panettones!!,cavas y demás perjuicios para la salud empezaban a asediarnos y Marín el docto, ducho en el arte de castigar
los excesos, mortificaba a los infelices con las rampas y ascensiones de Tellego
y el Escorbín. Luego, querría remedarse con un aséptico y frío tratado numérico
en el que denegaba la existencia de tales males…(todavía me duelen las piernas,
condenado…) En fin, dado que el final de la molienda se celebró en el conocido
restaurante Casa Cristina, dimos por bien empleados los esfuerzos, perdonando
al malévolo geólogo, mientras deglutíamos jugosas viandas.
Aparte de
esto, el año poco dio de sí…tres socios veteranos han pasado a engrosar la
lista de sesentones…aunque hay que decir en su favor, que no se les nota nada,
ni sobre la bicicleta ni fuera de ella; fueron los veteranos Angel Zarate, Amalio
(LALO!) y el estimable Patricio:
En el tema
de lesiones contamos con la participación activa de don Juan Blas y alguno más, que mantienen la cuota entre dedos torcidos, esguinces varios y apretones estomacales y
respecto a las averías, tenemos que dar las gracias a los menesterosos Rafa
Venta y Fabián, sin cuyo aporte, no descansaríamos en las excursiones.
Por otra parte, las famosas bicicletas de ruedas
superlativas han llegado a la Peña, es cierto, si, que la ya famosa inercia de
las mismas se nota poco, y en algún caso tienden a desmontar a su jinete, pero qué
le vamos a hacer, sufrirlas como se sufre la gripe…También algunos
desorientados y de perfil dudoso ha adquirido monturas de ruedas finas y
asfalteras, pero son pocos y discretos.
Y así, olvidándome de muchas cosas, rutas, travesías, y
perfiles imposibles, hemos llegado al fin.
Deseo de todo corazón un Feliz Año 2014 a todos, y que los
Reyes Magos se hayan portado tan bien como nos merecemos, así queee…si hay
carbón…algo haríais!!!
1 comentario:
Estupendo resumen anual de la aventuras y desventuras de Los Pelayos.Que este 2014 sea todavía mejor
Un saludo Sr, De la Mancha
Publicar un comentario