La lluvia, insistente, teñía de blanco mineral la uralita del cobertizo en el que se encontraban los dos hombres. Uno de ellos, de mirada débil y lastimera era conocido como Marín el "Mapas", a la sazón capataz de la mina, el otro de porte noble y elegante tenía por nombre Don Iván de Rendueles, y atesoraba la propiedad del yacimiento, que horadaba el suelo a media legua de distancia. El propietario observaba, por el ventanuco de la exigua oficina, al grupo de mineros que, encogidos, aguantaban la lluvia en la explanada del chamizo. Podía reconocer a algunos de ellos; Patricio “Cantinas”, “Barrenos” Moya, Echevarría Pielfina, Manuel Dos Centavos, Angel V. Piernamulo, Puchitos Pacho y Blas el lampistero, entre otros. Del resto le sonaban las caras y de alguno las barbas. Tanto el capataz como él llevaban dos horas largas repasando los informes de extracción de la mojada cuadrilla.
-“Bien, vamos a ver que nos cuentan, haga pasar al vigilante”. El capataz se cubrió con el capote y echó a andar hacia los mineros. A través del ventano, Don Rendueles, apartando una mosca de su levita con la fusta, observó como hablaba con el susodicho y retornaban, juntos bajo la lluvia, hacía el cubículo. El minero, apodado Toni El Piedras por su afición a las mismas, entró en la oficina pesaroso, detrás del capataz, arrastrando las botas por el suelo. No cumpliría mas de 40 años pero sus anchos hombros y su canosa barba conferíanle más edad; también su pelo, atrincherado tras las orejas ayudaba en la definición. El hombre permaneció en el dintel, con la mirada clavada en la tablazón del suelo, atemorizado por la presencia del dueño, que lo miraba con reprobación. –“Antonio”-dijo este, con suave y melosa dicción -“tengo entendido que eres un buen vigilante”. -“Si señor”- respondió el Piedras, deshojándose rápido de la gorra. –“También he oído que tus hombres son mineros experimentados...”- “Sí señor, es cierto”- contestó con opaco orgullo el de la boina. –El repiqueteo de la lluvia arreciaba. - “Entonces, quizás podrás explicarme cómo en el tajo de hoy SÓLO HABÉIS AVANZADO 25 UNIDADES!!!”- -“¿Acaso creéis todos vosotros que dirijo una entidad benéfica???- soltó Don Iván con su voz aflautada…-“¡Lea, lea Marín!...”. Exhortó al capataz mientras golpeaba feroz con su fusta sobre los papeles que aquel disponía sobre la mesa. –“…el avance hasta la niveladura fue de 25 unidades métricas…”, - ¡Está todo aquí escrito!, ¿qué tenéis que decir??”-. El cariacontecido celador, retorciendo mas su bonete, apenas balbuceaba una respuesta… -“El…plano…inclinado…era de suma dificultad, Don Rendueles…”, ... -“¡y un cuerno, solamente tendría unos 700 metros de desnivel!” -bramó el patrono agitando enfurecido la fusta, que sin querer, golpeaba al capataz en su apéndice nasal. –“¿No iniciasteis el tajo en Solís, como estaba ajustado!!?... -“Sii...”-soltó con voz de pito el barbado minero… -“pero los continuos derrabes y averías en las vagonetas ocasionaron un retraso considerable en el grupo..” …-”¡¡ Pamplinas!!, de buena tinta se que estuvisteis de paseo por los talleres de Cucona y Amparo, y que incluso os permitisteis seguir otra galería a la altura del Tajo Santofirme…!!”…-“ Y que algunos de vuestros hombres abandonaron la explotación sin permiso alguno!!!” …el infeliz celador se restregaba el sudor de la cara con una sucia pañoleta…, -"Bueno…el mulero Ángel tuvo problemas con su vagoneta y Cantinas le acompañó hasta la Bocamina…” … la fusta seguía volteando por el aire, golpeando de nuevo en la cabeza al despistado capataz... -“¡¡¡MARÍN!!...¡¡MARÍINN!!...” …-¿Zi eccelencia?- respondió el aludido evitando nuevos fustazos… -“Tráigame al artillero, a ver si dice algo claro de este asunto”…Levantose de nuevo el ingeniero y colocando capote y gorro calado, pues seguía lloviendo a chuzos, salio en busca del requerido, retornando en breve. A la vista del noble, se presentó el barrenista de la mina, el joven Moya. Fibroso, delgado, con la cachucha ladeada, las manos en los bolsillos del bombacho y masticando un trozo de mecha, aguantó la irritada mirada del patrono con cierto gesto indolente… -“ ¿Qué paaasa???” …adelantó el artillero ante la sorpresa del linajudo… -“¿Cómo que qué pasa?, esto es lo que pasa”- bufó feroz el terrateniente… -“…de las 40 unidades que se debían haber excavado hoy, sólo habéis entibado 25, ¿cual es la justificación?- ... -“Psssst…el terreno estaba en mal estado, las ramplas tenían rachos por todos los lados y los costeros sueltos dificultaban la tarea…es lo que hay...” respondió indiferente el barrenero… el rostro de Rendueles era una caldera en expansión… -“…además, el taller tras Santufirme era de una inclinación excesiva y las vagonetas daban cama una tras otra…por lo que resolvimos, a la altura del tajo de Ferroñes, tras sesudas consultas con Zarate el "abuelo", dar cale a la galería de Solis e irnos a comer a una fonda cercana…nada ostentoso, no crea…unos humildes filetes acompañados de un poco de vino para ayudar en la ingesta…mas que nada...” ...siguió despreocupado el de la dinamita, escupiendo al suelo un trozo de mecha, el cual rebotaba sobre los botines del hacendado…que no atinaba a decir nada... ”...una vez avituallados, como ya era hora buena para cercenar la jornada, pues dimos fin a la misma...y en esas estamos…” . El aristócrata no aguantó mas y estalló en improperios: -“¡¡¡ …ANARQUISTAS…LIBERTINOS…CRÁPULAS!!!…esta mina es un pozo de haraganes…!!!...en buena hora arriesgue mis cuartos aquí…!!!...¡FUERA DE MI VISTA!!!...¡Marín!!...¡¡MARÍIIIIN!!..”- la fusta repartía estopa por toda la cabaña… -“¿Donde está usted? ... -“Aquí, zeñor...", respondió el interfecto saliendo debajo de la mesa, con la cabeza llena de bollos… -“¡Descuente la paga del día de hoy de los libramientos de estos zánganos!”…vociferaba el conde dando una patada a la silla en la que se disponía a sentarse el diplomado…-”¡¡ACRATAS!!!...eso es lo que son...” ...en la explanada,al mismo tiempo, los mineros sacaban unas botellas de vino sobrantes de la comida y daban generosos tragos a su contenido…entonando con voz cascada unas estrofas de una canción popular…
"!Nel pozu María Luisa
Trailarai larai, trailarai
Nel pozu María Luisa
Trailará lará, trailará..."
-“Bien, vamos a ver que nos cuentan, haga pasar al vigilante”. El capataz se cubrió con el capote y echó a andar hacia los mineros. A través del ventano, Don Rendueles, apartando una mosca de su levita con la fusta, observó como hablaba con el susodicho y retornaban, juntos bajo la lluvia, hacía el cubículo. El minero, apodado Toni El Piedras por su afición a las mismas, entró en la oficina pesaroso, detrás del capataz, arrastrando las botas por el suelo. No cumpliría mas de 40 años pero sus anchos hombros y su canosa barba conferíanle más edad; también su pelo, atrincherado tras las orejas ayudaba en la definición. El hombre permaneció en el dintel, con la mirada clavada en la tablazón del suelo, atemorizado por la presencia del dueño, que lo miraba con reprobación. –“Antonio”-dijo este, con suave y melosa dicción -“tengo entendido que eres un buen vigilante”. -“Si señor”- respondió el Piedras, deshojándose rápido de la gorra. –“También he oído que tus hombres son mineros experimentados...”- “Sí señor, es cierto”- contestó con opaco orgullo el de la boina. –El repiqueteo de la lluvia arreciaba. - “Entonces, quizás podrás explicarme cómo en el tajo de hoy SÓLO HABÉIS AVANZADO 25 UNIDADES!!!”- -“¿Acaso creéis todos vosotros que dirijo una entidad benéfica???- soltó Don Iván con su voz aflautada…-“¡Lea, lea Marín!...”. Exhortó al capataz mientras golpeaba feroz con su fusta sobre los papeles que aquel disponía sobre la mesa. –“…el avance hasta la niveladura fue de 25 unidades métricas…”, - ¡Está todo aquí escrito!, ¿qué tenéis que decir??”-. El cariacontecido celador, retorciendo mas su bonete, apenas balbuceaba una respuesta… -“El…plano…inclinado…era de suma dificultad, Don Rendueles…”, ... -“¡y un cuerno, solamente tendría unos 700 metros de desnivel!” -bramó el patrono agitando enfurecido la fusta, que sin querer, golpeaba al capataz en su apéndice nasal. –“¿No iniciasteis el tajo en Solís, como estaba ajustado!!?... -“Sii...”-soltó con voz de pito el barbado minero… -“pero los continuos derrabes y averías en las vagonetas ocasionaron un retraso considerable en el grupo..” …-”¡¡ Pamplinas!!, de buena tinta se que estuvisteis de paseo por los talleres de Cucona y Amparo, y que incluso os permitisteis seguir otra galería a la altura del Tajo Santofirme…!!”…-“ Y que algunos de vuestros hombres abandonaron la explotación sin permiso alguno!!!” …el infeliz celador se restregaba el sudor de la cara con una sucia pañoleta…, -"Bueno…el mulero Ángel tuvo problemas con su vagoneta y Cantinas le acompañó hasta la Bocamina…” … la fusta seguía volteando por el aire, golpeando de nuevo en la cabeza al despistado capataz... -“¡¡¡MARÍN!!...¡¡MARÍINN!!...” …-¿Zi eccelencia?- respondió el aludido evitando nuevos fustazos… -“Tráigame al artillero, a ver si dice algo claro de este asunto”…Levantose de nuevo el ingeniero y colocando capote y gorro calado, pues seguía lloviendo a chuzos, salio en busca del requerido, retornando en breve. A la vista del noble, se presentó el barrenista de la mina, el joven Moya. Fibroso, delgado, con la cachucha ladeada, las manos en los bolsillos del bombacho y masticando un trozo de mecha, aguantó la irritada mirada del patrono con cierto gesto indolente… -“ ¿Qué paaasa???” …adelantó el artillero ante la sorpresa del linajudo… -“¿Cómo que qué pasa?, esto es lo que pasa”- bufó feroz el terrateniente… -“…de las 40 unidades que se debían haber excavado hoy, sólo habéis entibado 25, ¿cual es la justificación?- ... -“Psssst…el terreno estaba en mal estado, las ramplas tenían rachos por todos los lados y los costeros sueltos dificultaban la tarea…es lo que hay...” respondió indiferente el barrenero… el rostro de Rendueles era una caldera en expansión… -“…además, el taller tras Santufirme era de una inclinación excesiva y las vagonetas daban cama una tras otra…por lo que resolvimos, a la altura del tajo de Ferroñes, tras sesudas consultas con Zarate el "abuelo", dar cale a la galería de Solis e irnos a comer a una fonda cercana…nada ostentoso, no crea…unos humildes filetes acompañados de un poco de vino para ayudar en la ingesta…mas que nada...” ...siguió despreocupado el de la dinamita, escupiendo al suelo un trozo de mecha, el cual rebotaba sobre los botines del hacendado…que no atinaba a decir nada... ”...una vez avituallados, como ya era hora buena para cercenar la jornada, pues dimos fin a la misma...y en esas estamos…” . El aristócrata no aguantó mas y estalló en improperios: -“¡¡¡ …ANARQUISTAS…LIBERTINOS…CRÁPULAS!!!…esta mina es un pozo de haraganes…!!!...en buena hora arriesgue mis cuartos aquí…!!!...¡FUERA DE MI VISTA!!!...¡Marín!!...¡¡MARÍIIIIN!!..”- la fusta repartía estopa por toda la cabaña… -“¿Donde está usted? ... -“Aquí, zeñor...", respondió el interfecto saliendo debajo de la mesa, con la cabeza llena de bollos… -“¡Descuente la paga del día de hoy de los libramientos de estos zánganos!”…vociferaba el conde dando una patada a la silla en la que se disponía a sentarse el diplomado…-”¡¡ACRATAS!!!...eso es lo que son...” ...en la explanada,al mismo tiempo, los mineros sacaban unas botellas de vino sobrantes de la comida y daban generosos tragos a su contenido…entonando con voz cascada unas estrofas de una canción popular…
"!Nel pozu María Luisa
Trailarai larai, trailarai
Nel pozu María Luisa
Trailará lará, trailará..."
1 comentario:
Menos mal que el "abuelo" lo vió venir y fué al encuentro de los "maltrechos picadores".
Sigue animándonos con tus historias. Da gusto leerte.
Un saludo, Angel Z.
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