"Ahora empieza la bajada" - Chema, metiendo el plato pequeño.
Resulta muy aburrido hablar del tiempo, es el tema a tratar cuando no se sabe que decir, pero la verdad es que en Asturias siempre pasa lo mismo. Casi prefiero que los pronósticos anuncien ventisca o huracanes, porque entonces hará un maravilloso día de sol.
Un día veraniego para una ruta de extrema belleza. Visita de los Pelayos al Parque Natural de Redes, una ruta solo para paisanos curtidos. En tan solo 37 km hicimos una media de 9,5 km/h, con mas de 3 horas de descanso, y es que las interminables subidas hacían que tuviésemos que parar a coger resuello cada poco.
Una ruta "todo para arriba", desde que cogimos la carretera a Belerda enganchamos el platillo y no lo soltamos casi hasta finalizar la ruta. En el kilómetro 9 ya estábamos asfixiados, llevábamos mas de una hora subiendo y subiendo sin parar, lo único que cambiaba era que a veces subíamos en bicicleta y otras veces subíamos andando.
Lo bueno de tanta parada era que teníamos tiempo de sobra para admirar nuestro entorno, picos, el Retriñón, el Tiatordos, el Cantu del oso, y como objetivo final la vega de Brañagallones. Un oasis verde en medio de los bosques de hayas y las rasgadas montañas.
Tras una hora y media finalizamos la primera ascensión, llegamos a una majada donde un mastín protegía a un rebaño de cabras, afortunadamente la perilla de Chema engaño al sabueso y pudimos comenzar la breve pero vertiginosa bajada hasta el pueblo de la Felguerina.
Otra vez a subir !!! Nos cruzamos con un Land Rover, el conductor se para a hablar con nosotros y a comentarnos que nos esperan unas rampas de la leche. El asegura que son de las mas duras de Asturias, pero no ha debido de subir tantas rampas como nosotros (y mucho menos en bicicleta). Las rampas si que eran duras, pero tampoco para tanto. Andando se suben igual que las demás, primero un pie y luego el otro. Cada 500 metros había que andar parando a respirar un poco (a Tino no le hace falta, tiene pulmón de sobra).
Después de la comida una pequeña subida y llegamos a un collado desde donde tenemos las primeras vistas de Brañagallones, Mericueria, el Cantu del oso, la Peña el Viento. Volvemos a bajar para internarnos el un bosque de hayas envidia de media Europa, rodábamos con el cielo y el suelo cubierto de hojas !!!
A media bajada un enorme árbol cortaba el camino, después del vadeo me distancie un poco del grupo, con la intención y el egoísmo de rodar un poco en solitario entre el silencio del bosque. Una de las grandes ventajas de la bicicleta es que es rápida y silenciosa, gracias a ello sorprendí a una piara de jabalíes. Ellos se asustaron casi tanto como yo y salieron corriendo, lanzando gruñidos amenazadores, serian una docena. La mitad eran adultos bastante grandes. Durante casi un minuto los tuve a la vista, Pablo llegó detrás y puedo ver como escapaban un par de crías. Mas adelante también tuvimos la oportunidad de ver a unos Rebecos.
En Brañagallones descanso y sesión fotográfica mientras seis o siete moteros hacían un recorrido turístico por la Vega. La bajada hasta Bezanes, final de ruta, fue muy rápida. Tino y Chema bajaron disparados, la pista en muy buen estado y las ganas que teníamos de coger una bajada después de tantas subidas completo el recorrido a través del Parque Natural de Redes.
2 comentarios:
Genial Fran eres un narrador, como diria yo? a si , cojonudo.
con tu poder de sintesis , has reflejado la esencia de esta espectacular ruta .
Mis felicitaciones.
Pablo (el gruñon)
Frase del día:
"Ahora empieza la bajada"
(Chema, metiendo el plato pequeño)
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