miércoles, 19 de mayo de 2010

MISIÓN SALAMANCA

LUGAR: SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR – SALAMANCA
INTEGRANTES: 19 TROTANTES + COLONIZADORES
FECHA: MAYO, DE LA 2ª QUINCENA DEL 5º MES DE LA 2ª DÉCADA DEL 2ª MILENIO
MISIÓN: RECONOCIMIENTO Y COLONIZACIÓN


ESCENA 1: LA NOTICIA


- Pasa, pasa Pat-X... tengo que hablar contigo de la próxima misión.
- Ya empezamos, no quiero más encarguitos Ju-Z. La última vez casi me cuesta un disgusto con los compañeros. Sabes que no me gusta tener más información que ellos...
- Tranquilo, no es peligrosa del todo esta vez. Siéntate, por favor. Te cuento: Sabes perfectamente lo que necesitamos de los gravitrones para poder sobrevivir. Desde hace décadas en esta Era usamos Gravitronas para conseguirlos y nos aportan todo aquello que nunca pudimos imaginar. Nuestros cuerpos se han adaptado tanto a ellos que tenemos una adicción mortal. Los gravitrones nos proporcionan tono, serenidad, ánimo y hasta juventud..., y hasta ahora todo resultaba muy fácil, sólo teníamos que usar las Gavitronas y unas dosis de absorción diarias eran suficientes...
- ¿Hasta ahora? ¿qué pasa “ahora”? te confieso que me estás poniendo nervioso...
- No es para menos, te explico: Tenemos un problema serio. Las Gravitronas necesitan poco para darnos esos ansiados gravitrones. Hasta ahora en nuestro territorio encontrábamos el paraíso para conseguir la tan venerada absorción, pero desde un tiempo a esta parte venimos notando un descenso en el poder de los gravitrones... y creo que sabemos por qué pasa esto.
Al parecer, necesitamos nuevos territorios similares al nuestro, pero diferentes para poder acceder de nuevo a gravitrones de calidad como hace tiempo atrás...
- Es cierto, noto que cada vez necesito usar más la Gravitrona para alcanzar la absorción necesaria, y lo venimos comentando varios...
- El problema es el terreno, Pat-X. Nuevos territorios nos aportarán nuevas “absorciones”, y aquí radica la nueva misión que está encomendada.
- Te escucho Ju-Z.
- Tenemos organizada una partida “especial” hacia zonas interiores y lejanas de nuestra posición.
- ¿Especial?
- Si. No sólo iréis los Trotantes. Llevaréis con vosotros a vuestras esposas y progenie.
- ¿Estás seguro? Sabes de la dificultad de conseguir los gravitrones necesarios cuando vamos con ellas... Cierto es que siempre queremos más, pero todos los Trotantes comentan sus problemas de ser entendida por ellas nuestra necesidad de absorción...
- Por eso mismo, la misión no sólo es investigar nuevos territorios, también pensamos ¡colonizarlos!
- No entiendo...
- Si acostumbramos a las esposas a acompañarnos en el proceso de absorción de gravitrones, lo acabarán viendo con más naturalidad, y si además llevamos a los niños, comprobaremos la capacidad de colonización del nuevo territorio y podremos volver con más Trotantes en otras ocasiones...
- Y yo ¿que tengo que hacer...?
- Tu informarás del territorio, de sus posibilidades y del comportamiento de toda la manada de Trotantes y familias. Necesitamos saber si podemos volver.


ESCENA 2: El INFORME

- Bueno Ju-Z, ya estamos de vuelta. Te comento lo que vi y espero que puedas sacar conclusiones:

Viernes 14:

...uff, hacía frío, llovía, y llevaba horas conduciendo entre páramos en esa tarde oscura de viernes, cuando a 20Km del objetivo y a 50km al suroeste de Salamanca, todo cambia. Un desnivel en el terreno, a la altura de Cabrillas, abre un escenario diferente a lo que venía observando. De pronto, los olivos y las tierras llanas y secas dan paso a una zona boscosa con pendientes y multitud de tonalidades, era como volver al norte...


En medio de una ladera, allí estaba San Martín del Castañar, rodeada por robles y castaños en cuyos troncos colgaban los líquenes que indican la pureza del aíre de la zona. Fui el primero en llegar. Me dirigí a la Posada Real (calificación máxima en posadas) y quedé gratamente sorprendido de la limpieza y gusto decorativo del conjunto y de la habitación que me tocó en suerte. Si más prolegómenos fui a buscar al Guía-Jefe de la expedición, Na-S. Tras los saludos, me enseñó su casa y el lugar donde reposarían las Gravitronas durante nuestra estancia.

Poco a poco fueron llegando todos los Trotantes y familias..., sin duda llegaron primero los que hicieron caso al itinerario marcado por Na-S y no al Gp-S.

Bueno, no te aburro. Ese día terminó con una magnífica cena en la posada y un avance del programa de absorción de gravitrones previsto. La posada ya estaba colonizada por la patrulla de exploradores, mujeres e infantes, y nos retiramos a nuestros magníficos cubículos.

La verdad, es que no todos terminaron así... Los más osados Trotantes desafiaron el horario y salieron en busca de aventuras nocturnas... (creo que encontraron ejemplares rarísimos, con peinados femeninos por detrás y con barbas masculinas de frente, amén de melodías estridentes...).

Sábado 15:

Son las 8:30 y los Trotantes ya estamos preparados en el comedor, las familias duermen. Desayuno renombrable: jamón ibérico, zumo, tostadas, ...ummm.

A las 9:30 recogemos las Gravitronas y seguimos al Guía.

Temperatura menos de 5º, nubes y pequeños claros, pero las previsiones son a mejor.

Paseíto por el pueblo (su petrea plaza, su campanario, su castillo, y hasta su mini-plaza de toros) y salida del pueblo por la vertical hacia arriba (no abandonaríamos dicha tendencia en toda la jornada) por la conocida como “Ruta de las ruinas”. Iniciamos lo que sería la ruta más enrevesada que he hecho en mi vida: 50km alrededor de un punto como centro, cuyo eje no medirá más de 12km y que el contorno del “track” dibuja nuestra tierra asturiana pero con ríos y todo. Increíble, vueltas y revueltas en una zona de 12km cuadrados!

La absorción de gravitrones fue abundante desde el primer momento. El recorrido casi se orientaba en terreno vivo con una pequeñísima porción de asfalto. Todo era tierra y piedra, con subidas rotas que se alternaban con bajadas proporcionales a las subidas realizadas. Al poco de empezar ya nos dimos cuenta de que la ruta no sería sencilla precisamente, exigía de toda nuestra concentración para no vernos desmontados de nuestras gravitronas forzando la tracción, y el constante flujo de absorción de nuestros amortiguadores nos proporcionaba un placer indescriptible... amén de los magníficos perfumes naturales de la jarisca y la lavanda que crecían por doquier.

Gente poca, sólo el “ganado bravo” que se divisaba muy de vez en cuando, sobre todo cuando nos dedicábamos a abrir y cerrar puertes (¡unas 12 veces!), y un trascurrir precioso a media ladera que nos depositó en el poblado de San Miguel de Robledo.

Continuamos atravesando el poblado y deslizándonos por deliciosas pistas forestales hasta una especie de piscina encima de la población de Garcibuey, donde hicimos una parada casi obligada por los desperfectos de la Gravitrona del Trotante Ju-B que añadió una piña a su cambio trasero y, no sé, quedaba muy decorativa.


Después empezaba el nudo gordiano, sé que atravesamos Garcibuey y Villanueva del Conde, poblaciones situadas muy cerquita una de otra, y a continuación comenzábamos a dar vueltas alrededor de Sequeros por un precioso bosque de robles.

El sendero se indicaba con bonitos adornos de barro y fundiciones de hierro que las gentes del lugar colocaban encima de bloques de granito de especial ubicación. Todo era muy raro, mágico diría yo, como si nos adentráramos en un bosque en el que había mas cosas de las que se veían... pero paradas las justas y debíamos conformarnos con lo que pudiéramos contemplar cuando la dificultad del terreno permitía estirar nuestros cansados cuellos fuera del ángulo de ataque de las Gravitronas.

Los caminos nos llevaron a la reunión programada para el avituallamiento con las familias en un paraje de belleza singular cerca de dicha población a la vera de la Ermita del Humilladero. Ahí, empezó el malogrado “motín”.

Tras engullir exquisitas tortillas, embutidos de la zona (se nos presentaron con una inmensa cantidad correspondiente a 500grs. por persona y éramos casi 30!!), bizcochos y el buen vino de la cosecha del Guía, las esposas nos proponen un plan que nos hubiera separado del proceso de absorción de gravitrones (¡nada menos que reducir 2 horas la ruta!).

Pero el Guía se mantuvo firme y ejerció de Jefe. No hay vuelta atrás, hemos venido a absorver gravitrones y no se hable más. A los cabecillas del motín no se les pudo colgar en ese momento por causa de los efluvios del licor que allí se bebió y del cansancio que se iba acumulando…

Después del vino y de la siesta de 10 minutos, nos quedarías otras tres horas de monte a través. Fue la parte dura de la jornada.

Para quitarnos “la tontería”, nada más salir de la siesta, un poco de carretera para engañar y, hala, una bajadísima trialerísima entre el bosque que nos engulliría todo el ascenso acumulado de la mañana y nos situaría en lo más profundo del valle cercanos a la población de San Martín atravesando la Ermita de Santa Lucía.

La bajada, memorable. Requería de máxima concentración, y sortear los obstáculos en bajada aplicando las más modernas técnicas de conducción (“posición neutra”- acción compresiva – reacción/elevación contraria – sortear en trazada, y así sucesivamente una y otra vez... hasta que los brazos mandan parar para evacuar el fluido rojo). Vaya, que nos despertamos todos de la siesta en un momentín...

Como siempre, después de la bajada tocaba subir y a esas horas y sumando que de repente estábamos sólo a 500mts de nuestro destino, la irresistible posada de la Abadía, un Trotante, Ru-R, no lo pudo superar y dirigió sus huesos en dirección a los chorros termales de su habitación. Nos abandonó. Todos intuimos que el pobre había sufrido el mal del gravitrón, que sucede cuando el proceso de absorción de dicha sustancia supera los niveles permitidos por el organismo en situaciones concretas y provoca un deseo irrefrenable de situarse lo más cercano al suelo posible en relación a toda la superficie corporal. Pobrecillo, no sabía lo que se perdería después.

Sólo nos quedarían 8km de subida de ná (subida tendida decía el Guía, jeje) que hicimos en nosecuantas horas y media y otra horita de trabajo de campo en la que el Guía tenía cierto interés por las especies vegetales y “bajó” por un precipicio a buscar una, diciendo ¡no, no, no…!!!! Rápidamente lo sacamos de allí, sobre todo porque no teníamos ni idea de cómo salir de esi bosque que ya empezaba a ser nuestro primer objetivo, así como el de acabar enteros.

En el pelotón corría la voz de alarma: nos habíamos quedado casi todos sin agua y no sabíamos cuanto podría faltar. Confesamos, a estas alturas de la película, nuestro más absoluto estado de pérdida geográfica y nos pusimos todos en manos de la dirección de nuestro Guía que nos recordaba las cristalinas fuentes que habíamos pasado hacía media hora y que no habíamos aprovechado (pa matalo, vaya... ¡que sed sólo de recordarlo!).

Llegados a este punto, a partir de las 6 horas de ruta se iniciaba un descenso entre el bosque de helechos y se empezaron a suceder los descabalgamientos de las Gravitronas (creo que hasta 6 Trotantes dieron con sus huesos en la roca desde entonces hasta el final de la ruta). De todos es conocido que el exceso en el proceso de absorción de gravitrones provoca sedación y baja concentración, y el terreno requería cada vez más atención en esta última parte de la jornada (la llamaban “la guinda”).

En “la Guinda” el terreno era espectacular, parecía un prao pindio pero ¡sin prao!, debajo del falso verde habitaban losas de granito con roturas que formaban trampas naturales para las Gravitronas... uff, requerían de todas las fuerzas que nos quedaban, pero superar el terreno producía una indescriptible sensación gravitante... incluso algún valiente Trotante, siguiendo la huella del Guía que conocía el terreno, consiguió realizar todo el descenso con gran maestría y limpieza en la empresa. Me refiero al nunca suficientemente nombrado Trotante Pa-Gr. Otros se les aproximaron mucho y casi absorvieron tantos gravitrones como ellos, como Pa-U, He-C,... los demás nos conformamos con absorber gravitrones allí donde nuestros huesos corrían un menor peligro.

Cerca de las 20h llegamos al poblado con gran sorpresa de sus habitantes, que al ver al nutrido grupo vestido uniformado se vieron impelidos a aplaudir a nuestro paso... ¡indescriptible!

El día acabó probando las especiales delicias acuáticas que todos poseíamos en nuestros baños, nutridas conversaciones sobre la jornada con las mujeres que allí había, y con una fenomenal cena que se alargó hasta la madrugada amenizada por los gorgoritos de los infantes que allí se encontraban en número superior a doce (o al menos así parecía). Finalizada la cena, algunos Trotantes se desafiaron a sí mismos y a su agotamiento, e intentaron acudir a un festejo popular, pero la realidad física se impuso y a la media hora estaban de nuevo de vuelta buscando el deleite de los edredones nórdicos de sus lechos. A la 1:00 todo en calma.


Domingo 16:

El horario no se relajó un ápice. Todos esperando delante del comedor a las 8:30h para engullir el magnífico desayuno que recordábamos de la jornada anterior.

Sol y temperatura exquisita para el proceso de absorción que íbamos a iniciar.

El gran Guía Na-S nos explicó el objetivo: acceder por carretera al bosque e iniciar un terreno todavía más técnico que el del día anterior para completar nuestro proceso de absorción de gravitrones. A continuación, y después de atravesar la bonita aldea de la Alberca, reconocer el río y cruzarlo una docena de veces hasta avistar la bonita Peña Francia, que recibe su nombre de dicho río siguiendo el GR-10 en dirección a El Casarito. Luego el recorrido de ese día se acortaría en el plan de acceder a la Peña Francia y bajar monte a través según sus designios para permitir regresar a la Posada a una hora conveniente. El acortamiento nos conduciría por un recorrido bien marcado a la vera de castaños centenarios.


Significativo el hecho de encontrarnos con dos bellas jóvenes en nuestro grupo de Trotantes. Al-C (que ya brilló el día anterior) y Be-T (nativa de la comarca) que dieron un magnífico cambio de colorido a nuestra habitual patrulla y ¡vaya alto que dejaron el listón!

El recorrido transcurrió como nos había comentado el Guía. Destacar los kilómetros técnicos derivados de sortear los bloques de granito de todos los tamaños en soberana pendiente hasta darse cuenta de que era mejor pasarlos por encima para no destrozar las Gravitronas que cada poco te recordaban que era mejor tratarlas como a damas que no como a fesorias.


Al contrario del día anterior, ya aclimatados a la altura, recuerdo que casi siempre estábamos por encima de los 900mts, todo nos parecía poco y queríamos más; pero el tiempo voló literalmente, como también lo hicieron el grupo de Trotantes carreteros (Ch-E, Ja-G, Al-F, Ti-N, y Sa-N) que habiendo estado toda la ruta comedidos y tranquilinos, aprovecharon los últimos 6km de carretera de vuelta para demostrarnos el poderío de su entrenamiento (no ciclaban ¡volaban!) Se les oía rugir al aproximarse cuales locomotoras y sólo te daba tiempo a protegerte del polvo que surgía de sus Gravitronas al adelantarte... Recuerdo la cara de mi compañero Ki-K cuando, yendo a rueda con él, se gira y me dice: ¡pero si vamos como trenes y no me dio tiempo a ver como nos adelantaban…!!!, yo le dije: ATAQUE!, ATAQUE!, pero él tras ponerme cara de sorpresa, dirigió su mano al corazón y dio alaridos simulando sufrimiento...

Esa jornada todo fue muy rápido, y de pronto ya estábamos recogidos en la Posada para degustar la que sería la última comida de la excursión.

Todos quedamos embelesados por el maravilloso periodo vivido en esas tierras, incluso el amor llegó al Trotante He-C, que desprevenido cayó en la red de unos bonitos y “daviniosos” ojos marrones, que incluso llegó a imaginar, cual quijote, la reciprocidad de sus sentimientos con la creencia de que se le entregaban deliciosos postres especiales dedicados... yo casi lloro de la emoción, pobre Trotante...

Recogimos y volvimos a nuestra tierra con un recorte considerable de tiempo respecto a la ida, seguro afectados por la mágica levedad conseguida en nuestros cuerpos derivada de la fantástica calidad de los gravitrones absorbidos en la misión realizada.

- Y eso es todo Ju-Z.
- Bien, ahora sólo nos resta saber cuantos días os dura la recarga de gravitrones en nuestros cuerpos para ver si compensa el desplazamiento a esas lejanas tierras en busca de ampliar nuestros procesos de absorción…
- Pues si es por éso Ju-Z, no lo dudes, creo que el efecto de todo lo que recibimos en dichas fechas perdurará por mucho tiempo, tanto como el suficiente para desear volver a seguir trotando por los mágicos lugares que nos fueron descubiertos y que ya formarán parte indeleble de nuestros recuerdos...

1 comentario:

De la Mancha dijo...

..Esto no es un informe...ES UNA TESIS DOCTORAL!!!...que vocabulario, que lujo en los detalles, que destreza en la prosa...mis felicitaciones Pat-X.