lunes, 6 de enero de 2014

2013, EL AÑO DEL GUIJO

Cuando uno se pone a rememorar las andanzas del año, suele haber imágenes, digitalizadas o no, que saltan a la memoria con más rapidez que otras, ya sean por su dinamismo, por su frescura o porque nos duele, todavía, alguna parte de la osamenta, ¡qué diablos! …
Echando la vista atrás hay una que me sobresale por encima de otras: el chaparrón que caía el día de la ruta de los callos, en Enero, con los arroyos cruzando la carretera y los “limpias” sin dar abasto…¡aquello si que era llover!!!, solo un valiente se atrevía a llevar y ¡montar! la bicicleta; el osado Nacho. Y es que en este año que se nos va, ha llovido lo que no estaba escrito, y aunque sea frase manida, en este caso es cierta y veraz: no estaba historiada tal magnitud  de aguaceros. 
Los datos, esos fríos y asépticos guarismos que tanto le gustan al estimado Barcaiztegui, hablan de cifras cercanas a los 1000 litros por metro cuadrado, que doy fe de que es bastante. Pero no era la cantidad de lluvia cayendo lo que dificultaba el pedaleo, si no su persistencia, muy cansina, vaya…. Nuestro colega Fermín, refería en su afamado blog ¡78 días! de lluvia continua hasta Mayo; o sea que llovía un día sí y otro también. 
De esta manera es fácil comprender los que nos deparaban los primeros meses: suspensiones y más suspensiones de rutas, con las huestes rodando por lugares desconocidos, como trasteros, gimnasios, centros comerciales, y hasta Spas. Pero bastaba un resquicio en los aguaceros para que el citado y temido estadista azuzara las tropas, en su búsqueda de la VCG perfecta, por las zonas de Candanal, Fario, Veranes y Peón, repartiendo sartenazos a diestro y siniestro. Aunque aprovechando una tregua entre borrascas, se autorizaba una ligera escapada a Brañes y Premio, lo que permitía a Adrián comprobar si su coche nuevo pasaba por el puente de la citada localidad…pasó, justo pero pasó (dicen las malas lenguas que desde entonces Adrián tiene un mechón blanco en la cabellera).
Llegaba la nieve en Marzo, trayendo con ella el enésimo aplazamiento de la Impensable, y unas cuantas vueltas por zonas cercanas a Gijón, siempre bajo el pertinaz látigo del licenciado, que no cejaba en sus empeños exploratorios.
Abril portaba lluvias como no podía ser de otra forma, sobremanera al final del mes, y nuestras milicias acudían al Maratón del Sella con el miedo a la procesionaria en los cuerpos. No hubo este año mayores resquemores en ese sentido pero lo que si cayeron fueron calambres y pájaras por doquier: Zarate, Pachu y Barquín sufrían en carne propia tales males, mientras que Acedo ascendía el monte como poseso, Pepe se contentaba con sufrir lo justo y rascarse también lo justo de vuelta en casa y, a velocidad inhumana, transitaban por la zona, Manu, Xuan Angel y la visitante Yoli.
Pero, como dice el refrán: " a la cara más fea la alegría la hermosea" y a los pocos días, recibíamos, con gran gozo y alborozo, los tan ansiados, esperados y necesitados uniformes, que las carnes de algunos
socios se mostraban ya sin recato. Había sido una larga, tensa y paciente (paciencia la mía…) espera desde el inicio de las gestiones con diseñadores propios y ajenos, proveedores, y críticos directivos…¡POR FIN!!!…Y a la vista de las imágenes y oídos los comentarios, se puede decir, que los ropajes nos han quedado chulos a la par que elegantes…¡ELE!!!
En lo deportivo, carentes de entrenamiento, no era de extrañar que las fuerzas fueran muy justas y eso se notaba: 101 Peregrinos ocasionaba una debacle en los animosos socios que acudían a la prueba; exceptuando a los entregados velocistas Morís, Horacio y Junco, el resto, desanimado por el fuerte ascenso a una cantera perdida y por un calor desconocido, daba con sus huesos en la meta a unas horas nocturnas increíbles en otras ocasiones…¡nos cerraron hasta el bar de copas!!!.
Esta prueba era el preámbulo del “Coco” anual: El Soplao. Como era de esperar, en Cabezón llovería el día de la prueba, y los resultados también se mojaban: Xuan Angel aceptaba 13 horas de empapado rodaje, Rubén se retiraba con la cadena en el pescuezo y Pepe era rescatado de las aguas, “in extremis”, por un solícito posadero y por su mujer…la de Pepe, no la del mesonero. 
Pocos días después, el clima nos daba un respiro y peregrinábamos, lentamente eso si,  a Covadonga entre nubes, claros y Asturcones, ganándonos con ello un colorido chubasquero, atención de Don Patricio.
Coincidían las fechas con la llegada de un nuevo literato al universo bloguero: el incontinente, (de verbo, digo, que os conozco…), y joven Arguelles exhibía pluma y prosa en una precisa crónica a Covadonga con la compañía  de cuatro jovenzuelos. 
Seguían por esas fechas las investigaciones de la VCG, con innumerables debates y discusiones sobre el sentido de la ruta, que si a derechas, que si a izquierdas, que si la rampa de Chema, que si la de la “vaca”…etc…etc, algunos debates duraron hasta que se acabó el chorizo y el tintorro salmantino. Suerte que el comandante de la Cosa Nostra nos aireó en una bonita ruta por Logrezana, Carreño, Santufirme, Llanera y demás concejos cercanos, que sirvió para aliviar, un poco, las tensiones.
Como todos estos últimos años, Junio esun mes reposado, de sencillas excursiones por  Candás y aledaños y de la Degaña-Ibias, y para allá que nos fuimos los acostumbrados, más Pablo, Manu y el esbelto Pachu, a disfrutar de los paisajes, de la compañía, del buen sol leones y de la piscina…los que no olvidaron los bañadores
Justo una semana después llegaba la tan esperada y preparada XX VCG, oportunidad sin igual donde mostrar nuestras nuevas y atractivas prendas. En esta ocasión, acompañaba el desfile Don Manuel Arrieta, iniciador de la idea hace dos décadas, que observó atento el desfile de más de 300 ciclistas y vehículos de apoyo. El clima también acompañaba, con una jornada soleada y luminosa, que hizo disfrutar a los deportistas.
Y en el mismo mes, como colofón a meses y meses de diseño y corrección, de búsqueda de imágenes y preparación, veía la luz el libro con nuestras crónicas blogueras. Casi 300 páginas de aventuras a lo largo y ancho de esta región y sus limítrofes (yo es que soy de la EGB…) que ilustran la historia viva de la Peña Btt Rey Pelayo y, que es, además, un manual de
consulta de la buena gramática, gracias de nuevo a Marín, el ilustrado, sin cuya orientación seguiríamos llamando grijo al guijo y sustrayendo acentos por doquier…
Para la presentación del recién nacido, se contó con el apoyo del Patronato y con el de la concejalía de deportes del ayuntamiento, celebrando el acto, como no podía ser de otra guisa, con una opípara merendola, rodeados de buenos amigos y compañeros del pedal.
Los meses siguientes, suelen ser bastante solitarios, con la sociedad repartida por lugares de ocio y diversión, por ello nos sorprendía aún mas que dos paladines de la carretera como son Eugenio y Guti, alcanzaran las mieles del triunfo en esa salvajada que se da en llamar Madrid-Gijón-Madrid, mientras que el resto dormitábamos en tumbonas y similares. ¡Bravo por ellos!
Septiembre iniciaba las hostilidades en la montaña con la XXI vuelta a
Noreña, cortesía de los Rebollines y Pachu, y con un paseo por las alturas de Cotobello. Continuábamos con la ruta de la avellana piloñesa y los ascensos a Pajares y al Collado de Breza, ruta esta sorprendente: a tiro de piedra de las capitales asturianas, tal parece que se esté en los pastizales de Amieva. 
Tan atractiva fue la ruta en si, y tan adictiva que hasta hubo uno que la repitió, debía ser para fijar bien el track, que nos hizo trepar por una rampa de hormigón que no conducía a ningún sitio conocido. 
Por estas fechas, las “maduras“ que no viejas glorias de la Peña hicieron una escapada por Ardisana, vieja excusa para quedarse a comer en un restaurante de la zona.
Y los finales del mes otoñal por excelencia, llevaban a un buen grupeto a disfrutar de los cordales de Allande, en la famosa ruta, tantas veces aplazada, de Angel Victor. Decir que a pesar de las encerronas preparadas por el bueno de Angel, con descensos endiablados y cuestas imposibles, los ciclistas aguantaron como jabatos, incluso el pobre anfitrión, que acabó sin cadena, sin cambio y a poco que se estire, sin bicicleta: tamaña potencia no hay máquina que la resista!!
Noviembre nos traía un pantagruélico festín para celebrar el cumpleaños de Joseba y la adquisición de su montura nueva…si con la de antes, de tubería maciza, no había quién lo pillara, ahora habrá que engancharle unas piedras de escollera…
Y, por si no había sido suficiente la fartura, el sábado siguiente, el inquieto Pepe nos acercaba a tierras Gordonesas con una excelente excursión por Geras, Folledo, Casares, Cubilla y El Tarabicu, donde recordamos a que sabe el buen embutido leonés. Algunos todavía lloramos de la emoción. 
Terminábamos la mensualidad con la puesta del Belén, en el lugar habitual, acompañados del ya habitual aguacero, que hizo que  nos mojáramos mas por fuera que por dentro, (aunque luchamos por invertir la situación) y con la cena navideña, adelantada por culpa de los puentes constitucionales.
El mes que cierra el año nos regalaba un tiempo fresco y húmedo pero soleado, y nos acercábamos a la concha de Artedo y a su playa. 
Los turrones, polvorones, ¡panettones!!,cavas y demás perjuicios para la salud empezaban a asediarnos y  Marín el docto, ducho en el arte de castigar los excesos, mortificaba a los infelices con las rampas y ascensiones de Tellego y el Escorbín. Luego, querría remedarse con un aséptico y frío tratado numérico en el que denegaba la existencia de tales males…(todavía me duelen las piernas, condenado…) En fin, dado que el final de la molienda se celebró en el conocido restaurante Casa Cristina, dimos por bien empleados los esfuerzos, perdonando al malévolo geólogo, mientras deglutíamos jugosas viandas.
Aparte de esto, el año poco dio de sí…tres socios veteranos han pasado a engrosar la lista de sesentones…aunque hay que decir en su favor, que no se les nota nada, ni sobre la bicicleta ni fuera de ella; fueron los veteranos Angel Zarate, Amalio (LALO!) y el estimable Patricio
Felicidades caballeros, de mayores queremos ser como ustedes…
En el tema de lesiones contamos con la participación activa de don Juan Blas y alguno más, que mantienen la cuota entre dedos torcidos, esguinces varios y apretones estomacales y respecto a las averías, tenemos que dar las gracias a los menesterosos Rafa Venta y Fabián, sin cuyo aporte, no descansaríamos en las excursiones.
Por otra parte, las famosas bicicletas de ruedas superlativas han llegado a la Peña, es cierto, si, que la ya famosa inercia de las mismas se nota poco, y en algún caso tienden a desmontar a su jinete, pero qué le vamos a hacer, sufrirlas como se sufre la gripe…También algunos desorientados y de perfil dudoso ha adquirido monturas de ruedas finas y asfalteras, pero son pocos y discretos.
Y así, olvidándome de muchas cosas, rutas, travesías, y perfiles imposibles, hemos llegado al fin.
Deseo de todo corazón un Feliz Año 2014 a todos, y que los Reyes Magos se hayan portado tan bien como nos merecemos, así queee…si hay carbón…algo haríais!!!

…guijo…guijo…guijo…grijo…grijo…grijo…¡AY!..Guijo…guijo...grrrrrrrijo…¡AY!...